Spaghetti en crema de parmesano y anguila ahumada

Spaghetti en crema de parmesano y anguila ahumada

La receta de hoy de spaghetti en crema de parmesano y anguila es una preparación que puedes servir como pretexto para una comida en familia -les dejarás alucinados-, con amigos o como un delicioso capricho preparado con cariño para ti mismo, en tu día libre. ¿Por qué no? ¡Verás cómo tu cuerpo te lo agradece!

Ingredientes

  • 250 gr de Anguila ahumada en trozos Roset
  • 400g de spaghetti
  • 4 yemas de huevo
  • 2 tazas de queso parmesano rallado
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • Agua
  • Sal y pimienta

¿Cómo preparar los spaghuetti en crema de parmesano y anguila ahumada?

 

Pon a hervir una olla alta con cuatro litros de agua, como mínimo, y con un puñado de sal. Cuando esté hirviendo con fuerza echa los spaghetti al agua. Después, cuela la pasta un minuto antes del tiempo de cocción indicado en el paquete. Colocamos en una sartén un poquito de aceite y llevamos al fuego hasta que esté bien caliente. Echa la pasta en la sartén, remueve 1-2 minutos y retirala del fuego.

 

A continuación, batimos las yemas en un bol aparte y añadimos el queso parmesano rallado y batimos con fuerza. Con la sartén bien caliente -fuera del fuego- vierte las yemas con el queso encima de la pasta y no dejes de remover para que el huevo se distribuya uniformemente. ¡Sé rápido y decidido! De lo contrario, la yema cuajará y perderá esa cremosidad tan característica de las recetas italianas.

 

Ahora, solo falta que eches la anguila ahumada en trozos Roset por encima los espaguetis, más de 60 años de tradición nos avalan remueve bien y ¡listo para servir! Buon Appetito 😉

 

 

Consejos para esta receta

  • Si quieres preparar más o menos raciones de spaghetti en crema de parmesano y anguila, recuerda que utilizamos una yema cada 100g de pasta.
  • Si eres amante del picante, prueba a añadir un poco de cayena o chile. El resultado es bru-tal 🙂
  • Con las claras sobrantes, puedes hacer unos crujientes y dulces merengues. Recuérdalo, ¡no las tires!
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